Bolivia envió 90 toneladas de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, que incluye alimentos básicos y medicinas, pero el bloqueo impuesto por Israel ha impedido que estos suministros lleguen a la población necesitada.
De esta forma, la ministra de Relaciones Exteriores de Bolivia, Celinda Sosa, expresó su preocupación porque la ayuda aún permanece en la frontera de Rafah bajo el control de Israel, y denunció este acto como una grave violación de los derechos humanos que agrava la situación en Gaza.
El cruce de Rafah, esencial para el ingreso de ayuda a Gaza, ha sido cerrado completamente por las fuerzas israelíes, bloqueando tanto el paso de personas como de cualquier asistencia humanitaria.
Asimismo, Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU, destacó que Israel está ignorando las advertencias internacionales sobre las consecuencias devastadoras de estas acciones para los civiles y las operaciones humanitarias.
Desde el inicio del último conflicto, el número de muertos en Gaza ha superado los 35,000, según el Ministerio de Sanidad gazatí. La violencia ha provocado que unas 300,000 personas huyan de sus hogares en Rafah ante los constantes ataques, mientras el ejército israelí también ha intensificado sus acciones en el norte de Gaza, dejando miles de cuerpos bajo los escombros y a la población sin acceso a ayuda esencial.
La comunidad internacional ha reaccionado con alarma ante la escalada del conflicto y el bloqueo de Israel, que ha aislado casi completamente a Gaza, impidiendo la llegada de la mayor parte de la ayuda humanitaria. La situación crítica en la región continúa deteriorándose, mientras que las llamadas a un acceso sin restricciones y a una resolución pacífica se hacen cada vez más urgentes.