Al 31 de marzo de 2024, el sistema financiero boliviano había otorgado créditos por un total de Bs 98.589 millones al sector productivo, representando este el 46,1% de toda la cartera crediticia nacional, según reportes de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI).
El sector manufacturero lidera la demanda de financiamiento con Bs 35.842 millones, seguido por la agricultura y ganadería con Bs 27.227 millones, y la construcción con Bs 22.040 millones.
El financiamiento al sector turismo alcanzó los Bs 7.638 millones, mientras que la producción y distribución de energía eléctrica, gas y agua recibieron Bs 4.157 millones.
Otros sectores como los minerales metálicos y no metálicos, caza, silvicultura, pesca y producción intelectual recibieron montos menores, destacando la diversificación en la asignación de créditos.
A nivel departamental, Santa Cruz es el mayor demandante de créditos para el sector productivo con Bs 43.317 millones, lo que representa el 43,9% del total, seguido por La Paz y Cochabamba con Bs 24.702 millones y Bs 18.446 millones respectivamente.
Estos datos resaltan la concentración geográfica del financiamiento en áreas clave de desarrollo económico.
Los créditos otorgados a estas actividades están regulados bajo la Ley 393 de Servicios Financieros y el Decreto Supremo 2055, que establecen tasas de interés diferenciadas según el tamaño del prestatario, variando desde el 6% para grandes y medianas empresas, 7% para pequeñas empresas y 11,5% para microempresas.
Finalmente, este enfoque refleja el compromiso del sistema financiero con el impulso al crecimiento sostenible del país a través del apoyo al sector productivo.