El Gobierno planea lanzar ocho plantas de producción de agroinsumos y bioinsumos en 2024, y las dos plantas restantes se inaugurarán en 2025. Las plantas son parte de la política nacional de industrialización por sustitución de importaciones del país, que tiene como objetivo reducir la dependencia de Bolivia de bienes importados.
Las plantas utilizarán residuos orgánicos que se generan y disponen en Bolivia. Según el viceministro de Políticas de Industrialización, Luis Siles, cerca del 68% del total de residuos generados por Bolivia son residuos sólidos orgánicos, que pueden ser reutilizados para la producción de plaguicidas, plaguicidas y fertilizantes.
Las plantas se construirán en los departamentos de Beni, Cochabamba, La Paz, Potosí, Santa Cruz y Tarija. Las dos primeras plantas están en construcción en los municipios de Yacuiba y San Lorenzo, en el departamento de Tarija. Los siete proyectos restantes se encuentran en etapa de estudio técnico de preinversión, para su implementación en esta gestión.
Las plantas de agroinsumos contarán con tres líneas de producción de biopesticidas, bioles y fertilizantes, y fertilizantes orgánicos. La planta de bioinsumos contará también con tres líneas para la producción de biopesticidas y ayudas de crecimiento, fertilizantes líquidos y fertilizantes orgánicos.
Siles afirmó que, con la consolidación de las diez plantas, cada zona productora tendrá acceso al bioinsumo requerido, pero también a un menor costo en comparación con los productos que actualmente se importan de Rusia y Argentina.
La ejecución de las diez plantas está a cargo del Servicio de Fomento de las Empresas Públicas Productivas (Sedem) y la Empresa Estratégica de Producción de Abonos y Fertilizantes (EEPAF).
La puesta en marcha de estas plantas es un importante paso adelante para el sector agropecuario boliviano. Las plantas ayudarán a reducir la dependencia del país de los productos importados, impulsarán la economía y crearán puestos de trabajo.