Brasil enfrenta una alarmante crisis ambiental, concentrando el 76% de los incendios forestales activos en Sudamérica, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe). En las últimas 24 horas, el país ha registrado 5.132 focos de incendio, destacándose como la región más afectada del continente. Los incendios han impactado gravemente al Cerrado, una sabana tropical que ha superado incluso a la Amazonia en cantidad de fuegos, con 2.489 focos activos.
La prolongada sequía que afecta a Brasil ha exacerbado la situación, agravando la temporada de incendios. En lo que va de septiembre, el país ha registrado 37.492 focos de incendio, más del doble que en el mismo período del año anterior. Además del Cerrado, otras regiones como el Pantanal, la Amazonia y el interior del estado de São Paulo han sufrido intensos incendios.
La sequía ha llevado a las autoridades brasileñas a declarar el estado de emergencia en casi el 60% del territorio nacional. En el estado de Amazonas, 62 ciudades están en alerta debido a la falta de agua, afectando a más de 80.000 familias. Los ríos de la cuenca amazónica están en niveles históricamente bajos, lo que ha facilitado la propagación de los incendios y ha deteriorado la calidad del aire.
Expertos advierten que esta es la sequía más severa y extendida en la historia de Brasil. Entre las áreas en mayor riesgo se encuentra el Parque Nacional Chapada dos Veadeiros, una zona protegida que también enfrenta la amenaza de los incendios.