La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda que se transmite por la picadura de un mosquito infectado. Se previene con una sola dosis de la vacuna antiamarílica, la cual se administra a niñas y niños entre los 12 y 23 meses de edad de acuerdo con el esquema regular de vacunación, señaló el viceministro de Promoción, Vigilancia Epidemiológica y Medicina Tradicional, Max Enríquez, ante el reporte de dos personas fallecidas.
“Son personas que no estaban vacunadas. Recordemos que tenemos la vacuna contra la fiebre amarilla que se aplica entre los 12 y 23 meses. Es una dosis única, pero sin duda hay muchos que no se han vacunado y, cuando vayan a ingresar a estas zonas endémicas, deberían solicitar su vacuna por lo menos con 10 días de anticipación para tener la protección necesaria”, indicó el viceministro.
La primera persona fallecida a causa de la enfermedad, de 21 años, fue reportada el 25 de abril, y la segunda persona, de 14 años, el 12 de mayo. Ambas incursionaron en el norte paceño sin haberse aplicado la dosis de la vacuna correspondiente de manera oportuna.
“Nuestra recomendación siempre es: si van a llegar a zonas endémicas y no están seguros de haber recibido la vacuna o no encuentran su carnet, acérquense a un puesto de vacunación y tomen los recaudos necesarios”, recomendó.
Las recomendaciones se realizan principalmente para las personas que ingresarán a una zona tropical donde hay o hubo casos de fiebre amarilla. La vacuna es completamente efectiva luego de dos semanas de haber sido aplicada. Las dosis se aplican de forma gratuita y están disponibles en todos los centros de salud.
“No descuidemos la vacunación. Siempre tiene el beneficio de que vamos a poder vencer una enfermedad si estamos inmunizados”, insistió Enríquez.
Como medidas de prevención complementarias se debe usar repelente, principalmente si se ingresa al monte o a zonas de alta infestación de zancudos (Haemagogus y Aedes aegypti). Se recomienda usar ropa de colores claros que cubra la mayor superficie posible del cuerpo (mangas largas, pantalones, entre otros) y utilizar mosquiteros para dormir.
Ante síntomas que aparecen entre 3 y 6 días después de la picadura de un mosquito infectado, como fiebre, dolor de cuerpo y de cabeza, escalofríos, pérdida del apetito y náuseas o vómitos, se debe acudir a un centro de salud para el diagnóstico oportuno.