El presidente de YPFB, Armin Dorgathen, reveló la existencia de un comercio ilegal de combustibles en la zona del Chapare en Cochabamba, sugiriendo que este fenómeno podría ser un intento de desabastecimiento intencionado.

La detección de este comercio ilegal surge de un análisis conjunto entre Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos y la Agencia Nacional de Hidrocarburos, que observó un aumento en el consumo de combustible en el norte de Santa Cruz y el municipio de Sacaba, ambos caminos que conducen al Chapare.

Dorgathen interpretó estos movimientos como parte de una estrategia para desestabilizar la provisión de combustibles, motivada por intereses políticos. La situación, según él, no solo genera preocupación sino también tristeza por el impacto económico negativo que implica para todo el país.

En términos de logística, YPFB ha tenido que ajustar los envíos de combustible a la planta de Puerto Villarroel en Cochabamba para responder a la demanda creciente. La cantidad de combustible despachado ha aumentado de los 160 metros cúbicos habituales a entre 180 y 185 metros cúbicos en las últimas semanas.

Este aumento en los despachos podría estar relacionado con la preparación para posibles bloqueos o actividades similares en la zona, como sugiere el comportamiento observado en los patrones de acopio de combustible. Esta situación resalta la complejidad del manejo de recursos energéticos en contextos de tensiones políticas y sociales.

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