Durante los últimos tres años, Bolivia ha estado experimentando impactos severos de eventos climáticos extremos. Por un lado, se han producido inundaciones en la región del oriente, mientras que en el lado del occidente del país, existe una persistente sequía que incluso ha afectado el nivel del lago Titicaca.

Se atribuye el impacto a la variabilidad climática pero también a la actividad humana del lugar. De esta manera, Lucía Wallper, del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología asegura que se debe a las empresas mineras que están explotando el terreno y desviando cursos de río.

Según los expertos, alrededor del 30% del territorio del país, que abarca el Altiplano boliviano en su totalidad, está siendo afectado por la sequía, lo que está creando una situación altamente crítica en esa área, donde algunos pueblitos se encuentran sin agua.

Por otro lado, se cree que una intensa radiación solar y la naturaleza del suelo volcánico que filtra el agua lentamente, están causando una disminución en los niveles de ríos y lagos. Esto se refleja en una reducción semanal de 5 a 6 cm en los niveles del lago Titicaca.

Finalmente, Wallper menciona que los niveles van a continuar bajando lentamente hasta noviembre y de acuerdo con los especialistas, faltaría poco para alcanzar los niveles de agua registrados en 1996 en el lago Titicaca.

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