Una verdadera avalancha humana colapsó el paso fronterizo entre Aguas Blancas (Argentina) y Bermejo (Bolivia) durante el pasado fin de semana largo argentino, en el que se celebró el Día de la Bandera el 20 de junio. Miles de argentinos aprovecharon el feriado para cruzar la frontera en busca de productos bolivianos a precios significativamente más bajos, favorecidos por la devaluación de la moneda boliviana frente al peso argentino.
Según reportó el diario argentino El Tribuno, la mayor concentración de personas se produjo en el puerto de chalanas, pequeñas embarcaciones que cruzan el Río Bermejo por una tarifa de 3.000 pesos argentinos (Bs 17) de ida y 1.000 pesos (Bs 6) de vuelta. Las imágenes difundidas mostraron largas filas de personas esperando abordar las chalanas, que tienen capacidad limitada para transportar hasta ocho pasajeros por viaje.
Los productos más demandados por los visitantes fueron ropa, electrodomésticos, azúcar, arroz, carne y hortalizas, generando un movimiento comercial intenso desde el viernes hasta el domingo. Esta situación expone la fragilidad del paso fronterizo y la creciente informalidad, en medio de una de las crisis económicas más severas que atraviesa Bolivia en los últimos 30 años, con una devaluación que supera el 100% frente al dólar, según analistas.
El Gobierno argentino, ante el aumento del tránsito y del contrabando, instaló una valla metálica para canalizar el flujo hacia el control fronterizo oficial y limitar actividades ilegales como el narcotráfico. Sin embargo, los denominados bagalleros —transportistas de mercancía informal— han habilitado rutas alternativas para eludir los controles.
El puerto de chalanas, que había suspendido operaciones días antes debido a desacuerdos entre cooperativas, volvió a funcionar en su horario habitual de 7:00 a 19:00, lo que trajo cierto alivio a la comunidad local. Sin embargo, como señala El Tribuno, la situación sigue poniendo en evidencia la falta de acuerdos binacionales claros, la fragilidad del comercio informal y los riesgos en seguridad fronteriza, temas que requieren atención urgente por parte de ambos gobiernos.