El Gobierno boliviano expresó su firme rechazo al ataque aéreo realizado por Estados Unidos contra instalaciones estratégicas en Irán, calificándolo como una grave infracción al derecho internacional y a los principios de la Carta de las Naciones Unidas. La Cancillería, mediante un comunicado oficial, denunció que la ofensiva representa una vulneración a la soberanía iraní y una amenaza directa a la estabilidad regional y global.
El presidente Luis Arce también se pronunció a través de sus redes sociales, condenando “el ataque arbitrario” de Washington. Señaló que acciones de este tipo no sólo intensifican el riesgo de un conflicto a gran escala en Medio Oriente, sino que también socavan el orden jurídico internacional. Bolivia instó a las naciones involucradas a frenar cualquier escalada bélica y priorizar el diálogo como única vía para resolver las diferencias.
El ataque, según informes internacionales, fue ejecutado tras una solicitud del gobierno israelí, en el marco de una creciente tensión provocada por el conflicto en Gaza y el fortalecimiento de alianzas militares entre Irán y actores regionales. Las fuerzas estadounidenses habrían impactado objetivos nucleares y militares iraníes, lo que generó la inmediata reacción de Teherán, que solicitó una sesión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.
El presidente iraní, Masud Pezeshkian, calificó el bombardeo como una “agresión directa” y advirtió sobre una inminente respuesta. En tanto, otros actores internacionales, como Alemania, han instado a retomar el diálogo entre Washington y Teherán, mientras crecen las preocupaciones por una posible ampliación del conflicto a otros frentes en Medio Oriente.