Con el objetivo de mantener congelados los precios de la gasolina y el diésel, el Gobierno boliviano destinó en los primeros seis meses de este año $us 1.019 millones para la importación de combustibles, según informó este martes el Banco Central de Bolivia (BCB) mediante un comunicado oficial.
“Con el objetivo de preservar el poder adquisitivo de las familias bolivianas y a pesar de las limitaciones en el acceso a financiamiento externo, se continuó con los pagos por la importación de combustibles, que alcanzaron 1.019 millones de dólares en el primer semestre”, señala el documento.
El Presupuesto General del Estado (PGE) 2025 proyectó un gasto de $us 2.000 millones para la compra de carburantes a lo largo de la gestión. Sin embargo, el BCB recordó que el país enfrenta serias dificultades para acceder a dólares debido, principalmente, a la falta de aprobación de créditos internacionales por parte de la Asamblea Legislativa.
Entre marzo y abril, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) reconoció limitaciones para abastecer de diésel al sector productivo nacional. En respuesta, se facilitaron mecanismos para permitir una mayor participación del sector privado en la importación de combustibles, lo que ayudó a normalizar el abastecimiento en estaciones de servicio en los últimos meses.
Las autoridades atribuyen los episodios de escasez registrados anteriormente a factores externos, como condiciones climáticas adversas o bloqueos políticos. Sin embargo, la caída en la producción nacional de hidrocarburos ha obligado al país a depender de la importación. En la última década, el volumen importado de combustibles creció más de un 110%.
El presidente Luis Arce señaló recientemente que el 90% del diésel y el 60% de la gasolina consumidos en Bolivia provienen del exterior, lo que obliga al país a realizar pagos en dólares, una moneda cada vez más escasa en las reservas internacionales.
Pese al complejo escenario económico, el BCB aseguró que se continuará destinando una parte importante de las Reservas Internacionales Netas (RIN) para garantizar el precio del litro de diésel en Bs 3,72 y el de gasolina en Bs 3,74, evitando así un impacto directo en el bolsillo de los bolivianos.