Los bloqueos de caminos impulsados por sectores afines al expresidente Evo Morales han generado un fuerte impacto económico en el país, acumulando pérdidas superiores a los $us 1.000 millones en solo 14 días, según confirmó el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro.
La medida de presión, que se intensificó desde el 2 de junio principalmente en rutas de Cochabamba, ha paralizado el transporte y afectado gravemente al comercio y la producción nacional. El presidente de la Cámara de Exportadores de Santa Cruz (Cadex), Osvaldo Barriga, denunció que la obstrucción ha provocado la paralización de plantas industriales, pérdida de mercados internacionales y una caída en el ingreso de divisas.
El presidente Luis Arce anunció que los operativos de desbloqueo continuarán en todo el país, haciendo uso de todas las facultades que le otorga la Constitución. Las acciones combinadas entre la Policía y las Fuerzas Armadas buscan restablecer la circulación y evitar mayores perjuicios económicos y sociales.
Las movilizaciones fueron convocadas en demanda de la habilitación de Morales como candidato a las elecciones generales de agosto, pese a no contar con un partido inscrito y enfrentar impedimentos legales. A pesar del anuncio de una “pausa humanitaria” por parte del denominado “Pacto de Unidad”, varios bloqueos continúan activos, especialmente en el Trópico cochabambino.
Los recientes hechos de violencia registrados en Llallagua durante los operativos de desbloqueo elevaron la tensión, mientras el Gobierno advierte sobre el alto costo de estas medidas para el conjunto de la economía boliviana.