En medio de la creciente preocupación por la escasez de dólares en el país y el impacto que esta situación genera en los contratos de anticrético, el abogado especialista en derecho civil, Arturo Daniel Moscoso, brindó una serie de recomendaciones para orientar tanto a propietarios como a inquilinos sobre cómo proceder legalmente en estos casos.
Moscoso explicó que el anticrético es un contrato civil con fecha de finalización, y no debe ser tratado como una actividad comercial. En este contexto, recomendó que la devolución de los montos pactados en dólares se realice en bolivianos, utilizando el tipo de cambio oficial establecido por el Banco Central de Bolivia (BCB), que actualmente es de 6.96 bolivianos por dólar.
“Si yo como inquilino o anticresista le di 30.000 dólares al dueño de casa, para la devolución debo hacer la conversión al tipo de cambio oficial. No hay un cambio paralelo establecido ni reglamentado”, aclaró Moscoso.
En las últimas semanas se han reportado múltiples conflictos debido a que algunos inquilinos exigen que la devolución se realice en bolivianos, pero aplicando el tipo de cambio del “dólar paralelo”, que según plataformas digitales, supera los 17 bolivianos por dólar. Esta diferencia ha derivado en varios procesos judiciales.
Moscoso destacó que no existe hasta la fecha una norma legal que reconozca como válido el tipo de cambio paralelo en contratos de esta naturaleza. Agregó que el Código Civil —en sus artículos 405, 406 y 407— permite que las obligaciones en moneda extranjera se paguen en bolivianos al tipo de cambio oficial al momento de la conclusión del contrato.
“La moneda oficial en Bolivia es el boliviano. En un proceso judicial, el juez aplicará ese tipo de cambio. No hay incumplimiento de contrato si el monto pactado se devuelve bajo esa conversión”, afirmó.
El especialista también advirtió que pretender exigir un monto mayor amparado en la subida del dólar paralelo podría interpretarse como un intento de aprovecharse de una coyuntura económica, sin responsabilidad directa del propietario.
Finalmente, Moscoso hizo un llamado al diálogo entre las partes involucradas, recordando que ni propietarios ni anticresistas son culpables de la situación cambiaria, y que una solución basada en la normativa vigente puede evitar largos y costosos procesos judiciales.