La reciente fractura del bloque opositor de derecha ha generado fuertes críticas de analistas políticos, quienes señalan que esta coalición nunca estuvo unida por un proyecto político claro, sino por un “junte electoral” para repartirse cargos de poder. El analista Carlos Saavedra explicó que los líderes de la oposición, entre los que se encuentran Samuel Doria Medina, Jorge Tuto Quiroga, Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho, no compartían una visión común para el país, sino que se unieron solo con el fin de competir por espacios políticos.
Según Saavedra, la falta de un verdadero proyecto político ha sido la principal causa de la disolución del bloque opositor, lo que ha facilitado el predominio del Movimiento al Socialismo (MAS) en las últimas elecciones. “Por eso el MAS, pese a sus problemas internos, sigue ganando, porque tiene un proyecto político claro y conjunto”, afirmó el analista. Esta falta de unidad en la oposición se evidenció aún más con las disputas sobre las encuestas para elegir al candidato único para las elecciones de agosto, lo que llevó a la ruptura definitiva del bloque.
Las tensiones surgieron cuando Tuto Quiroga acusó a Doria Medina de pagar por encuestas fuera de las normas electorales, lo que podría haber causado problemas con el Tribunal Supremo Electoral (TSE). Esta acusación provocó que Quiroga se distanciara del proceso, enviando una carta al TSE para aclarar su postura. Por su parte, el senador de Creemos, Erick Morón, también criticó las encuestas, al considerar que ninguno de los precandidatos de la oposición, como Quiroga o Doria Medina, estaría dispuesto a renunciar a su candidatura, lo que evidencia la ambición personal dentro del bloque.
El bloque había acordado realizar tres encuestas simultáneas en marzo para definir a un solo candidato, pero las diferencias sobre el proceso y las fechas continuaron generando fricciones. Mientras Doria Medina insistió en realizar las encuestas el 10 de abril, Quiroga propuso hacerlo en mayo, bajo las reglas electorales establecidas. A pesar de los esfuerzos por consolidar una candidatura única, el bloque se ha fracturado, y el panorama se presenta incierto para las próximas elecciones generales.
El TSE aclaró que no existe ninguna prohibición sobre las encuestas realizadas por los precandidatos, pero estas deben mantenerse en privado, lo que agrega otro elemento de incertidumbre en un proceso electoral ya lleno de tensiones. La fragmentación del bloque opositor parece reflejar la falta de una dirección política coherente, lo que podría complicar aún más su desempeño en las elecciones de agosto.